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Inteligencia artificial para traer cambios importantes al turismo

La inteligencia artificial está dispuesta a revolucionar el turismo, a todas las escalas: porteros robóticos en las entradas de los hoteles, habitaciones que se personalizan según los gustos de los ocupantes, visitas virtuales de sitios turísticos. ¡Hagamos frente a esta revolución en curso!

 

Concretamente, ¿qué es la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial es la combinación de tres elementos:

  • Un software basado en algoritmos, programado para memorizar, analizar, pronosticar y decidir (una acción, por ejemplo)
  • Datos, principalmente historia y estadísticas, para suministrar este software. Mientras más números y datos tengan, lo que llamamos Big Data, más relevantes serán el análisis, las previsiones y las decisiones.
  • Sensores, para dar información en tiempo real al software. Por ejemplo, una ubicación geográfica, la temperatura de un lugar preciso, una oración que alguien pronuncia. Esta información influye en los pronósticos y las decisiones. Una vez que se memorizan, se utilizan para mejorar el análisis destinado a ayudar en los procesos de previsión y decisión.

Esto es principalmente como funciona nuestro cerebro cuando tomamos un paraguas antes de salir de casa cuando el cielo está cubierto de grandes nubes grises.

 

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Robots para reemplazar a los humanos para limpiar, servir y escuchar

La aplicación más espectacular de la inteligencia artificial es obviamente la robótica. Nos imaginamos aún más fácilmente a lo que podría conducirnos, ya que estamos nutridos por ‘Star Wars’, o al menos lo que ya hace en la industria hotelera: un robot-portero que nos recibe justo después de que salgamos de la cabina, atrapar nuestro equipaje y guiarnos a nuestra habitación para preguntar sobre nuestros caprichos de viaje y nuestro calendario para los próximos días.

En Bélgica, el Hotel Marriott de Gand dio el salto en junio de 2015 con su robot de bienvenida Mario. Mañana, otros robots podrían limpiar nuestra habitación, después de autoaprendizaje del lugar, hacer el servicio de habitaciones, servir en restaurantes o incluso en un museo o de guía en lugares turísticos.

¿Es un obstáculo ético? La decisión de reemplazar de forma masiva a los humanos por máquinas plantea dos problemas principales: recortes de empleos que podrían arruinar la vida de muchos trabajadores y la abolición de los contactos humanos que podría empobrecer la experiencia del viaje.

 

 

Más personalización para responder a una gran demanda de los clientes

Gracias al software de inteligencia artificial, los expertos en turismo podrán, y ya pueden, personalizar mejor los servicios que ofrecen a sus clientes. De hecho, este tipo de software puede memorizar los hábitos de cada cliente: uno prefiere almorzar en su habitación cuando otros siempre piden una manta adicional. Esto nos permite tratar a cada cliente como un invitado único. Esta personalización es muy esperada por los clientes y podría generar un importante ingreso de ventas para los expertos en turismo, como demuestra un estudio de Sabre y YouGov.

Ya podemos imaginar que mañana, una habitación inteligente podrá reconocer a sus ocupantes, gracias a los sensores de reconocimiento facial colocados en los espejos. Esta habitación inteligente también podrá configurar la temperatura ambiente por sí misma y cambiar sus marcos decorativos digitales para que se ajusten a los gustos y preferencias de los ocupantes. Además, gracias a las balizas distribuidas por la ciudad, la sala inteligente podría saber cuándo el cliente está de camino a su habitación, esta baliza detecta el tráfico de teléfonos inteligentes cercanos, para que pueda aumentar la temperatura ambiente, abrir o cerrar las persianas y poner la cerveza favorita del ocupante puede en la nevera.

¿Es un obstáculo legal? Se trata del GDPR europeo (Reglamento General de Protección de Datos), obligatorio desde mayo de 2018, sobre el respeto por la vida privada. El GDPR decreta que cada ciudadano europeo, donde sea que esté, tiene que estar informado sobre el uso de sus datos personales y sobre cómo los algoritmos procesan sus datos para que él pueda aceptarlos o no.

 

 

Visitas virtuales de lugares turísticos antes de decidir visitarlos realmente

La inteligencia artificial también conduce a la realidad aumentada: los anteojos capaces de seguir los movimientos de la persona que los usa hacen que esta persona prácticamente visite un lugar turístico, como si estuviera allí de verdad. Aquí hay un ejemplo de dos aplicaciones operativas: la Oficina de Turismo de Marruecos ofrece visitas virtuales a los callejones de Marrakech para hacer que la gente realmente quiera visitar Marrakech de verdad. La cadena de Palladium, en Baleares, hace que las agencias de viajes prácticamente visiten sus hoteles, para que puedan promocionarlos de una mejor manera.

¿El obstáculo es económico? Las gafas asequibles cuestan entre 50€ y 600€ (dependiendo de la calidad de definición de la imagen), pero la producción de videos ad hoc cuesta entre 2.000€ y € 150.000€, dependiendo de la longitud y la complejidad de navegación.

 

 

¡Ten cuidado de no poner fin al encanto del azar!

Durante los Travel Experts Days (22-24 de noviembre de 2017), celebrados en Lille, Francia, Jean-François Gomez, Consejero de Plataforma para los sectores de distribución hotelera e industria en Microsoft, se tomó la libertad de hacer un comentario sobre IA: “Todas estas tecnologías pretenden acabar con el azar, pero esto es lo que hace que el turismo sea encantador. Tendremos que trabajar para mantenerlo.” ¡Piénsalo!